Anatomía de…

Comando (Mark L. Lester, 1985)

Imaginen la siguiente situación: en una película, el protagonista se queda sin coche porque este vuelca tras una persecución. Necesita otro. ¿Qué hace después?

A) Consigue un coche nuevo.

B) Piensa en otra forma de transporte.

C) Da la vuelta al que había volcado usando la fuerza de sus músculos y dice: «ya tengo coche´´.

Si han elegido ustedes la última opción, mi más sincera enhorabuena. Han entrado en el estado mental necesario para poder disfrutar «Comando´´, la película de acción de 1985 protagonizada por Arnold Schwarzenneger antes de convertirse en gobernador de California.

Dirigida por Mark L. Lester, su argumento podría resumirse con pocas palabras: A John Matrix, un militar retirado, le secuestran a su hija para obligarlo a matar al presidente de un país extranjero. Pero se metieron con el hombre equivocado.

Ya desde los primeros minutos, con primeros planos de los musculosos brazos del protagonista, la película deja claro lo que va a ser: testosterona, tiros, explosiones, más testosterona, frases lapidarias y ausencia total de lógica argumental. Pero, ¿es eso un problema?

No, si son ustedes de los que escogieron la opción «c´´. Es decir, de los que saben apreciar un producto ochentero, hijo de su tiempo, creado únicamente para divertir y protagonizado por un actor malo, pero carismático. 

Uno al que además el guión le regala grandes réplicas como la siguiente:

– ¿Se acuerda de mí, mayor? -. 

-Sí, me acuerdo, tío mierda-. 

O esta otra, dirigida a la azafata de un avión tras romperle el cuello al sicario que iba sentado a su lado: 

-Por favor, no moleste a mi amigo. Está muerto de cansancio-.

La película puede resumirse en esto y muchos tiros. Suficientes para que el protagonista, por sí solo, asalte una mansión llena de hombres armados y acabe con todos, sin recibir apenas un rasguño, para rescatar a su hija.

Es decir, una película que solo podría haberse rodado en los ochenta. Pero son algunos más los elementos que hacen de «Comando´´ una de esas películas que, de tan malas, son buenas. Y aún digo más, de las que te apetece volver a ver una y otra vez. 

En primer lugar, la elección del actor principal. Solo una estrella de este tipo de cine como Schwarzenegger, que siempre supo no tomarse demasiado en serio a sí mismo, podía sostener una película así.

Tal vez la cinta carezca de villanos memorables, pero los fans de este actor disfrutarán enormemente, ya que está completamente desatado en un personaje, además, hecho a medida. Puro músculo y carisma. A veces, no hace falta más. 

Y es que ya lo explicó muy bien el escritor Robert E. Howard cuando le preguntaban por qué siempre escogía como protagonistas de sus historias a brutos del estilo de «Conan el bárbaro´´.

Según sus propias palabras, cuando metes en problemas a Sherlock Holmes, la gente espera que salga de ellos de una forma rebuscada e inteligente, en la línea del personaje. Pero Conan simplemente coge una espada y arrasa con todo lo que encuentra. 

En este sentido, el protagonista de «Comando´´ es un claro heredero de esa tradición. Y, a falta de espada, usa metralletas, lanzacohetes o, si hace falta, sus propias manos para arrancar del suelo una cabina telefónica. ¿Por qué no? 

Otra de las maravillas que contiene esta película es la pelea final entre Matrix y Dennings, el antagonista principal. Pese a que este último tiene un arma y podría acabar rápidamente el asunto, nuestro protagonista le convence para que usen los puños.

Es decir, para que resuelvan sus problemas como hombres de verdad.

La pelea final es corta, pero intensa. Veremos al villano recibir cientos de puñetazos, ser lanzado contra una verja eléctrica cuya descarga le dará superpoderes, y revolverse devolviendo todos los puñetazos anteriores.

Finalmente, cuando todo parece perdido para nuestro héroe, se revolverá con un gran «`¡¡¡¡¡NO!!!!´´, y despachará al enemigo atravesando su pecho con una tubería. Todo esto ante los ojos de su amorosa hija que, lejos de horrorizarse, irá sonriente a abrazar a su padre y salvador. 

Eso es esta película. Y me parece maravilloso. 

Por otro lado, tenemos un guión simple, pero efectivo y cargado de frases memorables. Frente a otras películas, que habrían dedicado el primer acto a explicar la relación del protagonista con su hija, «Comando» lo resuelve con unas sencillas escenas que acompañan los créditos iniciales.

Es lo que tiene conocer a tu público, y saber que a lo que ha venido es a ver acción. Así que la película pasa rápidamente a eso, y lo da en grandes dosis. La duración, además, es ajustada a la historia: una hora y media de mamporros y explosiones.

Mencionar también a la actriz Rae Dawn Chong, que interpreta a una azafata que se convertirá sin quererlo en compañera de aventuras del protagonista. 

Este personaje logra tener una química sorprendente con Schwarzenegger, y se agradece que no fuercen una relación romántica entre los dos al final, como sucede en muchas otras películas y que habría sido inverosímil hasta para «Comando´´. 

Además, aporta las dosis necesarias de ironía y comedia para que no nos tomemos la película demasiado en serio. En cierto modo, ella es la voz del espectador en la historia, y reacciona como muchos lo haríamos al ver a dos tipos corpulentos atravesar las paredes de una habitación de hotel.

Y es este otro rasgo que revela que estamos ante una película de acción de los ochenta. Frente a las películas de la siguiente década, más apoyadas en la pirotecnia y que se tomaban en ocasiones muy en serio a sí mismas, «Comando´´ es perfectamente consciente del tipo de producto que ofrece.

Dicho de otra forma, con otros actores y un director que no supieran aportar las dosis de ironía necesarias, una película con una trama así habría sido un fracaso. Pero el equipo sabe convertir los errores en aciertos, y crear complicidad con el espectador que entra en su juego. 

Otro aspecto sin duda muy a resaltar es la banda sonora. Sencilla pero muy adecuada al tono y la historia, sabe darles a las imágenes la épica necesaria y aportar por momentos la sensación de que se está jugando a un videojuego de la época. 

Como solía pasar en los ochenta, no falta la inclusión de canciones que triunfaron entonces. En este caso, la canción «We fight for love´´ que suena en los créditos finales.

Para terminar, dejo por aquí algunos de mis diálogos favoritos de la película, y que acompañarán a los expuestos más arriba:

-Prepárate, porque este ex boina verde te va a dejar para los tigres-. 

-Yo desayuno boinas verdes, y hoy tengo mucha hambre-. 

-Sally, ¿recuerdas que prometí matarte el último? Te mentí-. 

-Matrix, ¿has dejado algo para nosotros? -. 

-Cadáveres-.

Si al leer cualquiera de estas frases han proyectado la imagen de una explosión nuclear al fondo de un desierto deshabitado, no se preocupen. Es la perfecta representación de lo que le ocurre a tu cabeza después de escucharlas.

Pero esto es, en definitiva, «Comando ́ ́. Una película perfecta para un sábado por la tarde donde solo les apetezca evadirse, sentir nostalgia por una década que no volverá y reír con el delirante guión. Hay para todos, siempre y cuando se entre en el juego.

En el caso de que no, y que lo que les apetezca ver sea algo profundo y con buenos diálogos, siempre les quedará Woody Allen.

Respuestas

  1. Avatar de Ariel Antezana

    El «villano» es Bennet, no hay ningún Dennings en la película.

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    1. ¡Cierto, fallo mío! Mil perdones, y gracias por el comentario

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