Hola Hybrids, hoy os traemos otro paseo por el Jardín de El Capricho de Madrid, que hicimos a mediados de Septiembre.
Cerca de Alamadea de Osuna, se encuentra este real jardín, llegamos sobre las doce del mediodía, se tardó poco menos de media hora en coche, es difícil conseguir aparcamiento pero con suerte conseguimos un buen lugar no muy lejano.
Un sol muy agradable, entrada gratuita, ese día había muy poca gente.

Es un jardín de aproximadamente catorce hectáreas, situado en el distrito de Barajas, al noreste de Madrid.
Se construyó gracias a la Duquesa de Osuna, doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel a finales del siglo XVIII y principio del s XIX, 1787 y 1839, que se hizo cargo de las obras y estuvo pendiente de su cuidado hasta que falleció, no llegó a verlo terminado. Desde ese momento se mantuvo muy mal hasta que el Ayuntamiento de Madrid en 1974 lo compró y lo renovó hasta 1999.

El palacio tuvo que ser restaurado tras la ocupación francesa,
Éste jardín tiene tres ramas artisticas distintas, el parterre francés, el paisajismo inglés, y el giardino italiano.
Tiene templetes, esculturas, lagos, cascadas y fuentes, obviamente un palacio con sus jardines, rodeado de bosques.

Botánica, escultura y arte se combinan ociosamente en este lugar.
Ella quería crear un mundo de ocio recreativo para olvidarse de sus obligaciones y compartirlo con ilustres de la época, recibir visitas y dar manifiestas intelectuales básicamente.

La mayor parte está rodeado de lilas plantadas porque era su flor favorita.
Es el único jardín del Romanticismo que se conserva actualmente.

Es sabido que las tropas francesas en 1809 estuvieron una temporada ahí, hasta hay un bunker de la Posición de Jaca, de la Guerra Civil, que albergó al Cuartel General Del Ejercito Republicano del Centro. Un refugio de 2.000 metros cuadrados, y a 15 metros bajo el suelo, construido alrededor de 1937, y tiene siete dependencias rectangulares, de hecho hay visitas guiadas gratuitas para verlo.

Todavía hacía un tiempo relativamente bueno, y paseamos por los lugares más concurridos pero también en partes que descubrimos y otras que hacía tiempo que no caminábamos por ellas.


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