Retazos de Cultura: Las Presillas

Lagunas, embalses, pantanos, digamos ‘playas’ de Madrid, en los que uno se puede bañar en entornos naturales.

Los hay que no soportamos el calor, que realmente nos llega a enfermar, bueno, por supuesto las atracciones acuáticas y las piscinas están muy bien, pero si no te gusta la aglomeración de gente masivamente, pues estás son algunas alternativas, porque aunque había muchas personas estaban como diseminafas, si además eres más rural y te gusta la naturaleza pues qué más se puede decir, igual hasta te encanta esta forma de turistear y todo.

Empezaremos por las Presillas, un paraje perteneciente a Rascafría bastante grande rodeado de montañas con zonas de césped y árboles circando toda la parte acuática, que está hacia el norte, lo que a veces es señal de temperaturas no tan intensas de calor, el agua está bastante fresquita, y el aire es mejor, mucho más limpio.

Se pagan nueve euros por aparcar y es durante todo el día, realmente la entrada para estar ahí no cuesta nada, encontramos gente con sus sombrillas, sus mesitas de picnic, sus neveritas, y algunos que se atreven con altavoces y música, y colchonetas hinchables.

El agua es del color del fondo, pero en general no es muy limpia, arena que hacemos subir del fondo, hojas y ramas que amenizan las aguas.

Hay varios niveles delimitados con artículos naturales, piedras en su mayoría, con minicascadas y para todos los públicos.

No es muy hondo así que los que no sabemos nadar también podemos disfrutar.

Tiene zona de aseos, que a las horas que fuimos no estaban ya muy bien, y tampoco olían mejor, recomendamos llevar papel propio y varios cambios de calcetines y calzado. Al lado de una cafetería.

Escogimos una esquina pequeñita al lado de un arbol pegado a una entrada al agua.

Nos encontramos con una señora de mediana edad muy simpática que nos estuvo dando conversación, y a la que agradecemos mucho su presencia, y también con un grupo de chavales, más bien púberos, que pasaban por ahí y se detuvieron para comunicarnos con mucha carisma y mucho brío que les gustaba mi look y mi estilo.

Si queréis disfrutar de la experiencia de bañarse en el río esta es definitivamente una magnífica alternativa.

El entorno es más rupestre, más rural, más auténtico.

El caso es que la zona recreativa de Las Presillas, tiene como foco estas piscinas naturales de el Valle de El Paular.

Es una zona de río con tres pozas en las que está permitido el baño, a su alrededor cuenta con praderas verdes.

Nosotros nos metimos en la piscina del principio donde había piedras grandes sobre todo al principio, y en el fondo marino había piedras pequeñitas, pero sí, predominaban las piedrecitas pero donde el agua estaba mucho más clara. En general incluso los que no sabemos nadar podemos bucear por ahí, se da pie en casi toda esa piscina. Bebimos agua, llevamos dos toallas para ponerlas en el suelo y una para secarnos.

El agua estaba fresquita, pero ese frescor que te activa, y no nos hizo mucho más de treinta pocos grados, por lo que en general te mantienes bastante refrescado el tiempo que pases ahí.

Luego volvimos al coche para coger algo más de comer y pasamos por la piscina del medio que es un poco más profunda y a la que quisimos pero finalmente no llegamos a meternos; y sobre todo una de las zonas que más nos gustó fue la zona para peques, apenas cubre y las estrellas de la función son dos cascadas pequeñas colocadas como a los lados.

Volvimos a darnos otro chapuzón donde nadamos prácticamente de lado a lado en la primera piscina después de comer y acabamos en una zona espectacularmente cuca.

Las zonas delimitadas van escalonadas, sin embargo, hay al otro lado, donde el caudal llega menos, donde es casi pedregoso el recorrido que es muy bonito, y fue nuestro lugar y donde más tiempo pasamos tumbados en el césped de una islita en la que apenas cabíamos y que tiene un árbol que nos daba sombra. Con eso y escuchar el agua correr estuvimos encantados con el lugar.

Una experiencia muy recomendable para bolsillos pequeños, y que sin duda volveremos a repetir. Un 7’5

Deja un comentario