Retazos De Cultura: Olmeda De las Fuentes

Olmeda de las Fuentes.
Por turismo local hacia tiempo que queríamos ir a Nuevo Baztan, buscando por Internet sitios rurales interesantes de Madrid, te sale entre los diez primero; algunos de los que salen en la lista ya los habíamos visto, y queríamos coronar la semana santa en alguno de esos lugares.


Por fin le tocó a Nuevo Baztán, estuvimos un poco pasados por agua, pero después de la que nos había caído los días anteriores eso era pan comido.


Nos daba la bienvenida un cartel que ponía uno de los lugares más bonitos de España, y un cartel del nombre grande delante de un jardincito con una fuente, una catedral que no está mal.
Dato curioso, son pocas calles, que lo mas destacante que tiene es que todas emulan estilo medieval empedrado del palacio, pero todo lo demás parece un poco despegado, como si no tuviera vida y les preocupara poco ese hecho.

Quisimos entrar en el centro de Interpretación pero justo había cerrado así que inmortalizado a Goyeneche y dimos un minipaseo.


Las pocas gentes que nos hemos cruzado no han sido amables, un ambiente extraño, en conclusión por lo que fuera no nos ha parecido nada del otro mundo.

Es un pueblo no tan bonito.


Lo que menos nos ha gustado es que las paredes del palacio estaban todas escritas, la gente de ahí desde hace muchos años se dedica a «rayar» las paredes poniendo nombres, palabras, fechas, cosa que nos parece un insulto, una falta de respeto a su legado arquitectónico.

Con un mal sabor de boca nos hemos dirigido a 4 kms, donde hemos encontrado la joya de la corona.


Para nosotros éste tenía que haber tenido la pancarta de uno de los pueblos más bonitos por lo menos de Madrid.


Un pueblo, un poco más grande, con sus fachadas pintadas de blanco y donde cuidan bastante su estética a nivel visual para el ocio y el turismo, es una pena que Olmeda De Las Fuentes no tenga más publicidad o un poco más de repercusión porque nos ha parecido súper bonito, un sitio donde se come de maravilla; saludos y mención especial a La Taberna del Búho; una población muy simpática, acogedora, y unos rinconcitos muy especiales.

Hay mucha callejuela estrecha, no caben casi los coches, y hay cuesta para arriba, cuesta para abajo, pero todo ello merece la pena.

En primavera y verano esos parajes tienen que ser preciosos, porque ya se empieza a vislumbrar un poco la floración, y el verde junto con el poco morado y amarillo que brinda la naturaleza se ve genial.

Es encantador el toque que tienen para introducir puntitos de información histórica.

Un pueblo muy pictórico que ocupa un lugar muy entrañable en nuestros corazones y al que seguramente volvamos.

Hasta la próxima

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