Retazos de cultura. Circo Price

Mi primera vez en El Circo.

Diciembre 2023. Circo Price de Madrid.

Levantarse a las 04 de la mañana, ducharse, salir de casa a las 05:45, coger el transporte público e ir a trabajar.

Salida del trabajo a las 14:45, ir en coche hasta el punto de encuentro.

Reunirse todos, tomar una merienda, e ir en autobús al Circo, con la connotación de marearse en el bus con 50 personas, que componía el grupo.

Llegar, foto de rigor de todo el grupo en la entrada, visita obligatoria a los aseos antes de empezar, distribución de los asientos, y por fin comienza el espectáculo.

No es exageradamente grande, pero sí lo suficiente como para que dé un poco de impresión si se piensa en el trabajo arduo de los trabajadores del circo.

Esta aventura cuenta la historia de dos amigos que se reencuentran una vez al año, en su casa del Árbol De La Vida, un árbol que se ilumina saludando, se dan sus regalos, y recuerdan como se vive la Navidad en diferentes lugares del mundo y cada lugar que mencionan salen artistas y hacen un pequeño número.

Tenemos acróbatas con cuerdas gruesas, malabaristas con bolos y con pelotas.

Países como Rumanía, México, Surafrica, Filipinas, China, Alemania con unas contorsionistas, contando y enseñando las tradiciones típicas navideñas, y de vez en cuando aparecía un tipo muy veraniego haciendo payasadas, un tal Julio, también que iba de desubicado, trayendo sombrillas, vestido con bañador, flotador e incluso aletas en los pies, porque en la otra mitad de la tierra hace calor cuando celebran el invierno.

También un número con cuchillos y fuego, equilibristas voladores, y un millar de sensaciones.

Desde rodear los alrededores con maletas para que el siguiente año el camino sea mejor, hasta fundir o quemar metal y echarlo al agua para que cree formas.

Hay un descanso de entre diez y quince minutos para refrescarse. Se recomienda si se asiste con niños, por supuesto portar agua o zumo, algún tipo de refrigerio como un bocata, y mejor algo salado, y no es aconsejable venir con niños de menores de 6 años, porque como el tiempo pasa diferente para ellos, puede ser que se les haga largo y pesado, o un pelín aburrido o cansado.

La experiencia ha merecido enormemente la pena, esas butacas dan un poco de vértigo, lo cual también indica que hay que estar un poco al tanto de los más pequeños ya que parece que si se asoman un poco se pueden caer, pero no, no se cae nadie, solo es una sensación de adulto responsable.

Eso sí, esta primera vez en un circo en toda una vida se ha podido disfrutar del espectáculo en la última fila, que tampoco es un mal lugar, todo se ve bastante bien y cercano por ahí por increíble que parezca.

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