Anatomía de: «Historias del otro lado´´ de Jose Luis Garci (Capítulos 1 y 2)

Aquellos de vosotros que como yo hayáis crecido en la década de los 90 y seáis unos apasionados del cine seguramente recordéis un mítico programa emitido en la 1, «Qué grande es el cine´´.

En ese programa, nos ofrecían semana a semana una película clásica seguida de un coloquio donde se analizaba esta con pasión, invitando a los espectadores a descubrir algo tan ajeno entonces para muchos como el cine antiguo.

Ese sin el cual directores tan modernos como Tarantino, Lynch o Von Trier no habrían tenido las influencias a partir de las cuales crearon sus peculiares estilos.

El hombre con corbata y voz rasposa que presentaba este programa era Jose Luis Garci, quien es sobre todo recordado por su labor como presentador pese a que como director de cine tiene una trayectoria bastante respetable.

No en vano, es el director español que más veces ha sido nominado al óscar de Hollywood (ganando uno en 1982), y como guionista ganó el primer Emmy para España por su trabajo en «La cábina´´ de Antonio Mercero. Ahí es nada.

No obstante, su peculiar estilo, que suele desarrollar en melodramas intimistas, nostálgicos y de ritmo reposado hace que no sea el primer nombre que se viene a la mente cuando se piensa en alguien para dirigir una serie de misterio, terror y fantasía.

Sin embargo, lo hizo. A finales de los 80, por encargo de la entonces directora de cinematografía Pilar Miró, Garci rodó Historias del otro lado´´, una antologia fantástica en la línea de «La dimensión desconocida´´ o «Historias para no dormir´´.

Pero que nadie se llame a equívoco. Pese a los obvios referentes, esto es territorio Garci cien por cien.

La serie se emitió por televisión en los años 90 y, pese a que uno de los episodios estuvo nominado a un Emmy, hoy en día ha caído bastante en el olvido.

Sin embargo, he decidido darle una oportunidad porque me gusta el formato y porque me daba curiosidad ver cómo había abordado el fantástico este director.

A nivel general, he de decir que la serie tiene una buena factura técnica. Apartados como la fotografía, la música o el diseño de producción rinden a un buen nivel y cada capítulo está rodado en cine, de forma que parecen trece pequeñas películas.

En cuanto a la temática, hay bastante variedad. Son historias cotidianas a las que se añade un elemento fantasioso que sirve para reflexionar sobre el misterio y su influencia en la vida de las personas.

La dirección es buena. Garci rueda de una forma bastante elegante y algunos recursos, como los fundidos a negro o las transiciones visuales, lucen bastante bien. Cada capítulo tiene una atmósfera misteriosa que atrapa al espectador.

A continuación, iré publicando en una serie de artículos una breve opinión de cada uno de los trece capítulos:

Capítulo 1: «Mnemos´´

Es el episodio piloto, y el que estuvo nominado al Emmy. Cuenta en su reparto con caras conocidas como Imanol Arias o (en un breve pero importante papel) Fernando Fernán Gómez.

Cuenta la historia de una niña, Alicia, que asegura tener «otros papás´´. Sus padres, que están divorciados, creen que es una fantasía a la que se aferra para intentar asimilar la situación. Sin embargo, la explicación podría no ser tan sencilla.

Es un capítulo intrigante que logra mantener el interés a pesar de su ritmo lento (marca de la casa de Garci), y que cuenta con alguna escena de suspense bastante lograda. Ya se sabe, los niños siempre han dado mucho juego en este tipo de historias.

Los actores, incluida la niña, cumplen bien con sus papeles, aunque a los espectadores más jóvenes puede sacarlos un poco escucharlos doblados (otra marca de la casa del director).

El final es satisfactorio, muy en la línea de «La dimensión desconocida´´.

Capítulo 2: «El que decide´´

Un dramaturgo se lamenta por no haber creado ninguna obra por la que vaya a pasar a la historia pese a tener una trayectoria respetable. Buscando ese gran éxito, hará un pacto con un misterioso personaje que podría ser el diablo.

Pero la ayuda de este no será gratis.

Este segundo capítulo contiene algunos elementos muy interesantes como la interpretación del actor protagonista, Jesús Puente, o el retrato que hace del mundo del teatro con sus rivalidades y envidias.

En ese sentido, se nota que los autores del guión conocen bien el mundo que están describiendo.

La dirección regala grandes momentos, como una elegante y efectiva transición visual que nos lleva del interior de un confesionario a un teatro abarrotado, o una escena donde se utilizan una brisa y unos papeles que se mueven para sugerir una presencia inquietante.

La trama principal puede no ser especialmente original y resultar previsible, desenlace incluido, pero deja una interesante reflexión: ¿merece la pena obsesionarse por alcanzar el éxito, o se vive más feliz siendo una persona mediocre?

(Continuará en el próximo artículo con los capítulos 3, 4, 5 y 6)

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