Cortos De Tinta: Soul Of Your Gun (2)


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Cuando llega a su casa, sus padres están en el salón, con cinco de sus hermanos, todo sentados viendo la televisión; el resto de los miembros de su familia hace tiempo que ya han volado lejos de casa para vivir sus respectivos caminos.


Pitín se planta en mitad del salón, es como si una extraña sensación ha sobrecogido las paredes, por eso todos los demás se ponen de pie.


Están sus padres el uno al lado del otro y los niños delante de éstos, parece una foto de familia sin él.


Está nervioso, temblando, como si estuviera tiritando,
incluso le han aparecido multitud de tics faciales, está
pálido y descompuesto.

Es como si hubiera estado llorando o estuviera apunto de hacerlo, se respira tensión en el aire y a pesar de sus innumerables esfuerzos para que no se le note, es innegable la presencia de manchas sangrientas por distintas partes de su vestimenta.


Por esa razón sus padres saben que se trata de algo
importante.


PITIN
Familia (dice convencido, tajante y
decidido) Me voy


Unos segundos de asimilación, sus padres se miran entre ellos durante unos segundos.


Como si se sintieran incapaces de disuadirle. Siempre han sabido que llegaría el día en el que su hijo cometiera un error grave.

Vuelven a mirarle, a su madre le tiembla el labio inferior, no están enfadados, solo tristes, apenados,
angustiados y decepcionados.


Como si en esos segundos acaban de aceptar la pérdida de un hijo.


MADRE
Vale (dice su madre con un nudo en
la garganta, apartando la vista de
él) Cuídate hijo (se sienta
despacio otra vez y mirando de
nuevo la pantalla de televisión) No
olvides abrigarte (siente que no
puede hacer otra cosa sino
resignarse a que su hijo aprenda
ciertas lecciones por sí solo) Hace
frío

Ellos nunca han sido una familia que dramatiza las
situaciones extremas, se sienten indefensos, además saben que sea cual sea el delito su hijo debe pagar, y alejarse de ellos para esa madre es condena suficiente.

Si su hijo ha decidido eso es porque, a su pesar, seguramente sea la decisión correcta.


Siempre puede volver a su hogar, sus padres no son capaces de enfrentarse a su ida, todos se van sentando otra vez, despacio, como han estado antes de que él llegara a la casa, esa noche.


Mientras deja atrás su infancia y camina hacia su futuro por la calles de la ciudad, aclara su mente y se fija unos
objetivos.

Sabe que no puede quedarse en su casa, porque eso supone poner en peligro a su familia y a sus amigos,
obligarles a pasar por el proceso de descubrir la realidad, que su hijo es un delincuente, peor aún , un asesino.

Esa certeza golpearía esa vez a su puerta con tal brusquedad que le habrían detenido.


No hubiera podido explicar de forma convincente ni con claridad qué hacía en esa casa una noche como aquella, y eso le habría convertido en el principal sospechoso, lo habrían descubierto todo.

Algo importante y esencial, le habrían relacionado con Vickthor y el resto de los chicos, y eso él, Pitín, no puede permitirlo.
Tiene que desaparecer, y toma la decisión de dejar atrás todo lo que conoce hasta ese momento.


Su vida tiene que cambiar y efectivamente consigue que de un giro de 180 grados.

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