
En la calle, aspiró el aroma, todo estaba en calma, quieto, como si el tiempo decidiese realmente
quedarse parado mientras el subconsciente las personas sueñan con el día siguiente.
Cuando se metió en la cama, suspiró de nuevo y cerró los ojos.
Llaman a la puerta, abre los ojos pero no se asusta, no se sobresalta, mira el reloj; las 04:09 de la
mañana. Nadie debería de aparecer en su casa a esas horas, y sin embargo no está sorprendida.
Bajó despacio las escaleras, abrió la puerta. Una bocanada suave de aire fresco la golpeó, olía a ojas
en otoño.
Era alto, 1 ́85 cms, con el pelo largo por los hombros pelirrojo y ojos negros. Su nombre era Nathaniel.
Éso sí que no lo hubiera imaginado nunca.
_: Eras tú (dijo ella, abriendo más la puerta)
_: No sé qué hago aquí, y menos a estas horas
_:Lo siento (y él pasó dentro de la casa) Eras el cuarto.
_:El cuarto qué (Ella le besó)
_: (Con lágrimas dijo) Se trata de que algún día lo entiendas
_: Tengo la sesación de que debería estar acostumbrado a esto, a pesar de que nunca he hecho nada semejante.
_:Tranquilo (Se volvieron a besar) Sólo, no te asustes
Fueron a la habitación en silencio, entrelazando sus manos. Las dos habitaciones restantes seguían vacías.
Pasó algo más de media hora recorriendo el cuerpo del muchacho con sus dedos, como su estuviera leyendo en braille.
Hizo que él recorriera, con sus manos, como si quisiese hacerle recordar.
Puso un poco de música, y con los ojos muy abiertos, para que se le quedara la cara de Nathaniel grabada en la retina.
_: Sí que eres guapo ésta vez
Se acostaron, intensas caricias, besos apasionados, lametones por todo el cuerpo. Cuando él alcanzó su plenitud orgásmica, ella cogió su cara entre las manos.
_: Quién eres
_:La misma de siempre
_: No me olvidaré de tí :
_:Lo harás. Escúchame (Tosió, ya empezaba)
_: ¿Estás bien?
_:No, Nathan, escucha. Ante todo (su cuerpo empezó a arder en fiebre, su cuerpo la hervía por dentro) No te asustes (Su corazón iba a más 240 ppm, casi con los ojos en blanco) No hagas nada (Él estaba muy asustado encima de ella).
_: No tienes pulso (dijo con pánico total) ¿Cómo es posible?
_:Deja que ocurra (Tosió varias veces y cerró los ojos).
Dejó de sentir por completo, su corazón se detuvo, dejó de latir.
Cuando abrió los ojos todo estaba oscuro. Empezó a toser, tosía demasiado y escupía sangre, mucha mucosidad.
Se medio incorporó y de rodillas a tientas en la oscuridad encontró un interruptor.
Encendió una luz, estaba en una habitación grande, no era la suya. Otra casa, otras sábanas, otra cama.
Fue al baño, con nueva decoración de u estilo totalmente diferente.
Se echó agua en la cabeza, bebió bastante agua.
_: A por el quinto (Se dijo mirándose al espejo)
Limpió lo que había manchado.
Cogió una libreta donde apuntó «El Cuarto es Nathaniel».
Oyó un ruido en la calle, fue al balcón y ante su mirada se extendía un horizonte de luces, de aromas, de gentes y de edificios, ensordecedor, clamoroso y étnico.
Ciudad nueva. Estambul.

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