
Piensa en un coche.
Imagínate avanzando por una carretera. Imagina que todo lo que se refleja en el espejo retrovisor es aquello que dejas atrás.
Ahora, imagina el espejo parabrisas de ese coche. Lo que ves en él es todo lo que tienes delante.
¿Sabes por qué el espejo retrovisor es mucho más pequeño que el parabrisas?
Porque lo que tienes delante es más grande que lo que dejas atrás.
Deja un comentario