
Ni que decir tiene, que cuando te encuentras entre dos decisiones, es complicado escoger a veces…
Salgo o no salgo de viaje?
El tiempo, mejor dicho, el mal tiempo, amenaza viento, lluvia y nieve por cada kilómetro que voy a recorrer….
Lo pienso detenidamente, y me pongo a comprobar las cámaras de la carretera para ver en qué situación se encuentran, aun a sabiendas que desde ahora que lo estoy viendo a cuando, sobre todo vaya llegando al destino, puede ser un escenario totalmente diferente, que no por eso peligroso.
Pienso en la aventura de salir sin saber que me deparará el viaje, voy disfrutando de los kilómetros, la buena música y de momento el tiempo da tregua.
A 60 km de haber salido, empieza a nublarse el temporal, sinceramente no me da miedo, he conducido en situaciones complicadas por haber vivido en la sierra. Mirando hacia lo lejos, empiezo a no ver la montaña tapadas por nubes, que no están grises, sino negras…. Empiezo a replantearme el viaje a 100 kilómetros de haber salido de casa… Pienso y digo, “no será para tanto… aunque la tele ha dado mucha nieve y situaciones complicadas….” Así que continuo mi viaje cantando mis canciones kilómetro a kilómetro.

La “cosa” empieza a ponerse fea 20 kilómetros mas adelante, empieza a caer nieve, por lo que respiro, y hago una llamada a un familiar que me espera en el destino: – No vengas, esta nevando muchísimo y cuando vayas a pasar por la zona de Pancorbo y Altube dicen que está complicado ya, tú tardarás unas 3 horas en llegar allí, y lo mismo no te dejan pasar”.

– “Pues vaya…”,- pienso, así que cojo el consejo y en el primer cambio de sentido, me doy la vuelta hacia Madrid anulando el viaje hasta nueva orden.
Las inclemencias del tiempo no las podemos cambiar, pero nuestros planes podemos posponerlos.
Al día siguiente, salgo de nuevo por la mañana, tempranito, por si me encuentro algún contratiempo, pero según voy avanzando en la carretera, lo encuentro mucho mejor que la tarde anterior y pienso, que hice bien en no aventurarme y salir de nuevo hoy.
Hace sol, aunque a los lados de la carretera hay bastante nieve.

Los puertos, a pesar de que en algunos tramos aún hay hielo en la carretera, se circula bien y puedo ir avanzando sin problemas, kilómetro a kilómetro.
Me encanta conducir sin prisa, con cuidado, respetando las normas, que para eso están, y llegar bien a destino.
Al cabo de 460 kilómetros entre la musica, alguna parada para estirar las piernas y tomar un café, por fin llego. Hace mucho frío, pero se está fenomenal con toda la familia esperando!!!! Y no os cuento mas, para que podáis imaginaros el resto!!! Os dejo unas fotos para documentar 😉 .





Hasta el próximo viaje Hybrids!!!!!

Deja un comentario