Anatomía de…Bitelchús (Tim Burton, 1.988)

Bitelchús, Bitelchús, Bitelchús…muchos de los nacidos a finales de los ochenta y en los 90 sabíamos lo que significaba pronunciar ese nombre tres veces.

El director Tim Burton consiguió su primer gran trabajo con «Bitelchús´´, su segunda película, que se convirtió en un éxito de taquilla y fue protagonizada, entre otros, por Winona Ryder, Alec Baldwin y un irreconocible Michael Keaton.

Su historia daba una vuelta de tuerca al clásico cuento de fantasmas: en esta ocasión, era un matrimonio de fantasmas el que quería librarse de unos vivos que se habían mudado a su casa, y contrataba a un exorcista del más allá.

El problema es que este exorcista se divertía demasiado cuando se le invocaba pronunciando su nombre tres veces.

«Bitelchús´´ tiene todas las características del estilo de su director. Los colores pastel o chillones, exagerados para representar la falsedad, son adjudicados a los vivos y normales.

Los colores apagados, pero con una tonalidad que les aporta un sorprendente realismo, son asociados a la muerte y a lo extraño. Un mundo, el de los espíritus, mucho más real que el supuestamente «normal´´.

Ya desde el primer plano el director hace presente su discurso: a vista de pájaro, observamos un barrio residencial donde todas las casas nos parecen iguales. La aparición de una araña de gran tamaño tras una de ellas nos revela que en realidad estábamos viendo una maqueta.

Para Tim Burton, la normalidad es solo una apariencia.

Como suele ocurrir en el cine de este autor, los personajes se adueñan de la función por encima de la propia trama. Uno de los más memorables es Lidia, la hija del matrimonio que se traslada a vivir a la casa de los fantasmas, y hará amistad con estos.

Interpretada por Winona Ryder, Lydia es la primera heroína «burtoniana´´. Gótica, extraña e insólita (como ella misma se define), pero también valiente, servirá de puente para que vivos y muertos puedan convivir en armonía.

Pero el rey de la función es el increíble Michael Keaton como Bitelchús. Malhablado, sucio y con un retorcido sentido del humor, traerá de cabeza a vivos y muertos y acabará siendo un remedio peor que la enfermedad.

Un personaje que solo necesita unas pocas escenas en pantalla para hacerse con la película gracias a su carisma.

En esta primera etapa de la filmografía del director, es frecuente el conflicto con las figuras paternas (representado aquí por Lydia), y la aparición de familias menos convencionales donde los inadaptados encuentran su lugar.

En este caso, la familia que Lydia y el matrimonio de fantasmas acaban formando al final de la película.

Otro aspecto a destacar en el cine de Tim Burton es la dirección artística. Y no solo en lo que se refiere al realismo del que dota a sus mundos fantásticos a través de esta. También, en ocasiones, la usa para complementar a los personajes o aportar información.

Atención en este sentido al epílogo, donde solo si estamos muy atentos veremos que uno de los personajes ha desarrollado una carrera como arquitecta de éxito, o que los vivos y los muertos han desarrollado un manual para entenderse mutuamente.

Todo gracias a pequeños detalles en la dirección artística.

«Bitelchús´´ posee muchas escenas para el recuerdo: la muerte de la pareja protagonista a los 15 minutos (que rompe por completo todos los cánones de narración hollywoodiense clásica), la primera aparición de un gusano de arena…

Pero, de tener que elegir, me quedaría sin duda con el momento musical donde los padres de Lydia y sus invitados cantan «Banana Boat Song´´ poseídos por el matrimonio de espíritus.

Es una escena que define por sí misma el tono de la película el tono de la película y del cine de su director: divertida pero inquietante (con susto final incluido), ingenuamente tenebrosa.

«Bitelchús´´ sigue siendo, más de treinta años después de su estreno, una de las mejores y más imaginativas películas de Tim Burton. Posee todas las fortalezas de su cine además de un buen ritmo y un conseguido humor negro.

Además de una mítica serie de televisión animada en los 90, recientemente se ha confirmado que la productora de Brad Pitt, Plan B, se ha interesado en producir una secuela sobre la que había rumores desde hace años.

Así que, por si nos volvemos a encontrar con este particular personaje en la gran pantalla, recuerden no pronunciar su nombre tres veces.

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