
Hoy en Anatomía de os hablamos del Crimen en el Paraíso, una producción anglosanmarina o anglofrancófona.
A los que os entretienen las series de resolución de crímenes, y poco tratamiento romántico os recomiendo esta serie.
Opta por un formato ligero, con humor sutil ácido, riéndose de sí mismos, pero siempre sin faltar.
Se nota que en lo que a producción se refiere apostaron por una de esas ideas innovadoras en las que todo el equipo cree pero q solo se sospecha que tendrá éxito, no persiguen los grandes números en cuanto a ranking se refiere.
Es una serie en la que se nota el respeto y el amor, con un equipo pequeño de a veces 75 personas.
Ambientada entre, la isla de Sainte Marie (una isla francesa en el Caribe situada en la costa norte de Martinica, que además es muy popular entre los turistas porque tiene un tómbolo entre otras cosas) y la isla de Guadalupe, fue llevada a cabo por Red Planets Pictures y BBC Worldwide.
Crimen En El Paraíso, creada por Robert Thorogood en Octubre del 2011, nos muestra la cara cotidiana del lugar sin esconder situaciones que otras series optarían por esconder, pero a la vez echando atrás los prejuicios sobre qué se percibe como algo que no hay que enseñar y qué se percibe como algo favorable, y todo esto lo hace con todos y cada uno de los aspectos de una producción audiovisual medio grande.
El argumento es simple, un policía de la Metropolitana de Londres, con su traje pulcro, su actitud de sabelotodo huraño es destinado a la isla, y cómo, con un grupo pequeño de socios van resolviendo crímenes que siempre parecen lo que no son.
El introvertido Richard Poole, interpretado por Ben Miller, es un hombre arisco y solitario al que no le ha hecho nada de gracia ese nuevo cambio en su vida, no entiende el concepto del paraíso, odia el calor, la arena, no sabe disfrutar de las vistas ni de la comida típica, y ni mencionar la música, ni siquiera los programas de TV, pero tiene muy bien afilado su instinto detectivesco.

La subinspectora Camille Bordey interpretada magníficamente por la impresionante Sara Martins da el contrapunto, ella pone la inteligencia, los valores morales y la empatía sobre la mesa, y por supuesto la elegancia, de carácter fuerte y luchador nos ofrece muchos de los momentos más emblemáticos de toda la serie.
Junto con Dwayne Myers, interpretado por Danny John-Jules y Fidel Best interpretado por Gary Carr hacen un equipo bastante capacitado para las tramas que se les vienen encima.
Aparte de unos casos raros también tratan muy bien los roles dentro del compañerismo laboral, la evolución de las dificultades y aspiraciones personales.
Que mira, la verdad, prefiero historias que le dedican más a la coherencia y verosimilitud, a las tramas bien cerradas y a los personajes con capas de una forma más cotidiana y no se centran tanto en lo que se lleva audiovisualmente hablando o sacan a florecer tanto dramatismo sentimental.

Hacen una buena mezcla entre la innovación, la modernidad y la humildad.
Y eso a día de hoy se agradece, para los que tenemos un gusto no tan actual ni tan típico.

Las dos primeras temporadas son sin duda las mejores, a todos los niveles, con Humphrey Goodman a la cabeza del equipo a partir de la tercera temporada consiguieron saber mantenerse.

Pero la serie decayó un poco en cuanto a argumentos, elaboración de casos y de guión con las temporadas en las que Jack Mooney era el inspector jefe, aunque subieron adecuadamente la parte de producción audiovisual, sobre todo en cuanto a técnicas de Dirección de Fotografía se refiere con los planos, la calidad de las imágenes, el cuidado de las locaciones y también con el rejuvenecer de la personalidad de los demás actores.

A partir de Neville Parker, interpretado por Ralf Litle, y las clases de interpretación extras que se tomó la actriz que da vida a Florence Cassell, (Josephine Jobert, después de haber estado manteniendo un perfil bajo, monótono y un tanto aburrido a nivel actoral en las anteriores temporadas), parece ser que la serie volvió a recuperar gran parte de su esencia centrándose en la creación de personajes nuevos desde cero, con una personalidad propia muy carismática, y dándole brillo y solidez a todo lo demás.

Y con eso y todo tiene una gran audiencia, si queréis ver algo entretenido, sarcástico, estrambótico, un poco patán, hilarante pero sutil, divertido y ligero, desde luego ésta serie está hecha para vosotros. Para mi es un pulgarcito arriba, un 8’5 sólido.


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