
Bienvenidos a «La teta enroscada´´, paraíso de motoristas y camioneros. Un bar en medio del desierto de Méjico donde las luces de neón les guían a la entrada, y les invitan a pasar y relajarse.

Pero cuidado. No todo es lo que parece, pues entrada la madrugada los trabajadores de este bar sufren una transformación extraña. Sienten atracción por el rojo, y les aterran los crucifijos. ¿Aún no saben de lo que les hablo?
Bien, ¿recuerdan esas camareras tan guapas que les llamaron la atención al entrar? Mírenlas otra vez.

Exacto, ¡son vampiros! Y están más desatados que Boris Johnson en una fiesta en Downing Street.
En los 90, un loco con talento llamado Quentin Tarantino revolucionó el cine. Sus historias llenas de referencias cinéfilas, sangre y diálogos ingeniosos conquistaron incluso Cannes.
En México, otro loco con talento de nombre Robert Rodríguez había dado de que hablar con la película de culto «El mariachi´´. Cuando Quentin y él se conocieron, fue amor a primera vista.
Y de este romántico idilio nació en 1996 «Abierto hasta el amanecer´´, una de las películas más gamberras que se han hecho sobre vampiros, y una joya del cine fantástico para quien esto escribe.
Con un reparto plagado de estrellas que incluía a George Clooney, un irreconocible Harvey Keitel, Juliette Lewis y el propio Tarantino, la película llegó para hacerse un hueco en el corazón de los cinéfilos a golpe de sangre y tequila.
Los dos directores incluso se reparten democráticamente la película. En la primera mitad, más tarantiniana, asistimos a la huida de los hermanos Seth y Richard (Clooney y Tarantino, respectivamente), que tratan de llegar a Méjico para que no los atrape el FBI.
Para lograrlo, tomarán como rehenes a la familia de Jacob (Keitel), un predicador que ha perdido la fe. Es en esta primera mitad donde tenemos un mayor desarrollo de personajes.
Richard (Richie para los amigos) es sin duda el mejor de todos ellos, y también el que más valores y enseñanzas transmite.
Gracias a él aprendemos que Méjico está lleno de mejicanos, que se puede beber tequila del pie de una bailarina, y que si una chica te pide que le comas el coño (aunque lo haga solo en tu imaginación), debes ser ante todo un caballero y hacerle saber que estás dispuesto a hacerlo cuando ella quiera.
Gracias por tanto, Richie.
Desgraciadamente, si hay un director al que por alguna razón le encanta morir en pantallas de cine ese es Tarantino. Así que Richie acaba convertido en vampiro a la mitad de la película, y su propio hermano se ve obligado a acabar con él.

Adiós, Richie. Méjico y los mejicanos no te olvidan.
Es interesante también la relación que se crea a lo largo de la película entre Seth (el hermano «cuerdo´´), y Jacob. Los dos, cada uno en su estilo, luchan por sus familias y acaban respetándose mutuamente a pesar de sus diferencias.
Pero nuestros personajes, una vez llegan a Méjico, tienen la malísima idea de parar para celebrarlo en «La teta enroscada´´. Es aquí donde da comienzo una segunda mitad mucho más loca y fantasiosa, totalmente Robert Rodríguez.
Entre los vampiros que encontraran allí vemos algunas caras que con los años se volverían muy famosas en Hollywood, como Danny «Machete´´ Trejo y, sobre todo, una Salma Hayek que se convirtió en un icono del cine.

Reconozcanlo. Muchos se habrían intercambiado por la serpiente.
Esta hembra alfa de los vampiros no tardará en mostrar interés por el macho alfa Seth. Pero él no tiene tiempo para el amor, y cerrará la puerta a esta relación con un romanticismo digno de Ryan Gosling.
-«Bienvenido a la esclavitud´´-.
-«No, gracias. Ya he estado casado´´-.
Entre los otros clientes del bar, y víctimas potenciales de los vampiros, destaca «Sex Machine´´. Este tipo, además de pelotas (literalmente) de acero tiene una de las frases de presentación más épicas y delirantes que recuerdo.
-«¿Cómo te llamas?´´-.
-«Julie´´-.
-«Sex Machine. Encantado´´-.
Así las cosas, los distintos clientes del bar deberán unir sus fuerzas para intentar sobrevivir hasta el amanecer, y una sangrienta batalla dará comienzo.

Si Seth tiene crecimiento como personaje en la película al tener que sacrificar a su hermano y comprender que no puede protegerlo siempre de todo, también lo tiene Jacob.
Este logrará recuperar la fe perdida tras la muerte de su mujer años antes gracias a un discurso de Seth y, con unas creencias renovadas que le permitirán convertir cualquier agua en bendita, liderará la lucha contra los vampiros.
Jacob tras recobrar la fe gracias a Seth: -«Soy un jodido cabrón siervo de Dios´´-.
Palabra del señor. Te rogamos, óyenos.
Tras una última batalla, y pese a sufrir numerosas bajas, habrá final feliz para Seth y la hija de Jacob, Julie.
«Abierto hasta el amanecer´´ es el ejemplo de lo que puede ocurrir cuando dos mentes creativas e irreverentes se ponen a trabajar con total libertad y crean una obra que se siente de ambos y se convierte automáticamente en historia del cine.
A la buena labor de sus dos creadores hay que sumar la mítica banda sonora, desde ese «After Dark´´ que acompaña el sensual baile de Salma Hayek con la serpiente, hasta el tema principal que abre y cierra la película.
«Dark Night´´. Esa canción que, si cerramos los ojos, parece sonar en la radio de un coche con el que atravesamos el desierto de Méjico. Mientras, en el horizonte, el sol se pone y al final del trayecto nos espera el mítico bar de la película.
«La teta enroscada´´ es un lugar que ha quedado para siempre grabado en la memoria de los fans del fantástico, sobre todo gracias a la impresionante labor de la dirección artística que otorga vida propia a cada espacio y personaje del mismo, desde la orquesta hasta las camareras que bailan medio desnudas.
Pese a la existencia de dos secuelas, y también de una serie de televisión, «Abierto hasta el amanecer´´ será siempre para muchos esta mítica primera entrega de 1996. Un clásico por derecho propio.


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