22 de enero 2010.
Prólogo
Francisco Morales se sobresalta, despertándose de golpe de su apacible sueño, a causa de un ruido taladrador que con los segundos se le tornó familiar. Es el despertador y como todas las mañanas con los ojos aún cerrados alarga su mano derecha al otro lado de la cama y agita a alguien.
FRAN
Despierta (Logra balbucir con voz queda pasándose las manos por su cara menuda de ojos marrones y labios carnosos y por la maraña rizada castaña a lo afro que tiene por pelo) Levanta
A su lado algo se mueve y de entre las sábanas emite sonidos de queja.
Fran se levanta y arrastró sus 90 kg y su 1`73 hasta el baño, desde donde empieza a escuchar el despertar típico mañanero del vecindario; un grupito de cuatro señoras están haciendo ejercicio corriendo de un lado de la calle al otro y hablando alto como cotorras de peluquería, alguien ha puesto música lo suficientemente alta como para que toda la ciudad intuya de qué tipo de música se trata, casi todos los perros de alrededor comienzan a ladrar, alguien abre un garaje y arregla un coche, un par de niños juegan con una pelota en mitad de la carretera y una pareja parece tener la misma conversación a gritos de todos los días.
Fran vuelve al dormitorio y se pone de cuclillas a un lado de la cama.
FRAN
Es tu despertador. No el mío
VOZ FEMENINA
5 min más (con sorna) «mamá».
FRAN
¿Como es posible que me levante siempre yo, en vez de despertarte tú?
En ese momento por una de las ventanas, la que siempre dejan un poco abierta se trate de cualquier estación debido a fobias obsesivas de los dos, se cuela una revista, Fran la coge, sube bien la ventana y se asoma a ella; por un lado casas bajas y por otro casas de dos pisos todas de estilo clásico medio, con un pequeño patio delantero y otro trasero; todas ellas pertenecen a otro tipo de americanos, se mire por donde se mire se nota que era un barrio de extranjeros, rumanos, húngaros, búlgaros, polacos, rusos, y sobre todo africanos y latinoamericanos.
Se trata de un envío diario por lo que Fran con una sonrisa grita por la ventana.
FRAN
Gracias Alan (y ellos no eran la excepción, puesto que él es natural de la República Dominicana y ella una africana española)
ALAN
De nada Fran (es un tipo en una bicicleta con carrito que se ha detenido y a su lado se colocan los niños que han estado jugando a la pelota, gritan los tres al unísono) ¡Vamos Diane (pronunciado Daian) ¡¡¡A triunfar!!!
Fran levanta un poco a la voz femenina que está a su lado, la cual se intenta arreglar un poco los pelos para adecentarse disimuladamente mientras saca la cabeza por la ventana y sonríe medio molesta medio agradecida.
DIANE
Respondiendo a tu pregunta (eleva un poco el tono de voz) me encanta que me despiertes tú (elevando más la voz) No los vecinos (el de la bici se despide agitando una mano y los niños vuelven a corear…)
NIÑOS
¡¡Diane, a triunfar!! (y siguieron a lo suyo, ella se sentó en la cama de matrimonio con sábanas blancas de algodón)
FRAN
¿Qué esperabas? (dice él dándola un beso en el pelo) Esto es San Diego (yéndose de la habitación) Deberías estar acostumbrada ya. (Tras unos segundos de silencio, grita) Di (Pronunciado Dai)
DIANE
Ya voy, ya voy. Estoy despierta ya ¿no? Joder.
La habitación está hecha un desastre por el desorden, reina el caos por doquier; montoncitos de ropa mal apiñada tirada por todas partes, manchas en la alfombra y en el suelo lo suficientemente visibles para intuir de qué son, platos y latas en las cuatro mesitas de noche, libros, revistas y periódicos desperdigados por el suelo.
Mirándolo y lamentándose interiormente estaba Di cuando suena el teléfono, es el fijo y lo coge de una de las mesitas de noche.
TELÉFONO
Diana (pronunciado Daiana, se trata de una voz femenina amiga)
DIANE
Hola
TELÉFONO
Vaya, qué raro, suenas despierta
DIANE
Me pillas saliendo de casa
TELÉFONO
Mentirosa, escucha, no quiero ponerme seria contigo pero no hagas lo mismo de ayer, y que antesdeayer y que al otro, algún día tendrás que aparecer por clase y estaría bien que fuera hoy, sino quieres que te expulsen, hablo en serio, aunque sea a última hora.
DIANE
Oído cocina, saliendo de casa
TELÉFONO
Se están haciendo apuestas de si vas a aparecer o no. ¿Has oído? (Diane cuelga y sale de la cama)
La habitación es grande, aunque como toda la casa parece compacta, las paredes están pintadas de crema, dos grandes y largos ventanales en la pared del fondo que obviamente dan a la calle, a los pies de éstas se encuentra la cama grande, la cual por un lado tiene dos mesitas de moche y un armario empotrado de madera clara que ocupa toda esa pared con dos espejos de cuerpo entero incrustados; y por otro otras dos mesillas de noche, un tocador y una estantería amarillas, al lado de ésta está la puerta que lleva al baño de 30 m2 y plato de ducha en vez de bañera a destacar.
Fin del Prólogo.





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